Alan Turing es, para algunos, considerado el padre de la informática moderna. Reconocido, entre...
Inteligencia artificial en el aula
La Inteligencia Artificial (IA) ha dejado de ser una novedad futurista para convertirse en una herramienta accesible y útil en diversos ámbitos, incluido el educativo. Para los docentes, la IA representa una oportunidad para optimizar el tiempo, personalizar la enseñanza y hacer que el aprendizaje sea más interactivo.

Hay varias maneras de aprovechar la inteligencia artificial que pueden ser de gran utilidad tanto para educadores como para estudiantes. ChatGPT, tal vez una de las más populares, es un asistente conversacional basado en IA que puede ser un gran aliado en el ámbito educativo. Puede utilizarse para la planificación de clases, generando esquemas de lecciones, propuestas de actividades y ejemplos para explicar conceptos complejos. También es útil para la creación de materiales didácticos, facilitando la redacción de ejercicios, preguntas tipo test y resúmenes adaptados a distintos niveles de aprendizaje. En cuanto a la corrección, ofrece sugerencias para mejorar redacciones y revisión gramatical y ortográfica. Además, ayuda a la personalización del aprendizaje al generar explicaciones alternativas adaptadas a las necesidades de cada estudiante y estimula el pensamiento crítico mediante la propuesta de debates, preguntas abiertas y escenarios para la resolución de problemas.
Para aprovechar al máximo herramientas como ChatGPT, es clave saber cómo redactar buenos prompts, es decir, las instrucciones o preguntas que le damos a la IA para obtener respuestas precisas y útiles. Un buen prompt debe ser claro, específico y detallado. Por ejemplo, en lugar de preguntar "¿Cómo puedo enseñar historia?", podemos especificar "Necesito una actividad interactiva para enseñar la Revolución Francesa a estudiantes de secundaria, explicá los hechos en una lista, en tono formal". Lo ideal es probar distintas opciones y ajustar la redacción puede ayudar a obtener mejores resultados.
Otras herramientas de IA recomendadas
En el programa Labor IA, la especialista en educación Mariana Ferrarelli destacó cuatro opciones muy valiosas:
- Claude: Permite captar mejor la esencia de lo que se busca al redactar, ayudando a generar textos más precisos y adaptados a nuestras necesidades.
- Napkin: Transforma fragmentos de texto en visualizaciones, diagramas y figuras, facilitando la representación gráfica de ideas.
- Mapify: Genera mapas conceptuales completos y editables, además de presentaciones. Por ejemplo, si subimos un archivo PPT, Mapify puede resumir el contenido en una sola imagen clara y organizada.
- Chat Base: Permite crear bots personalizados con información específica, facilitando el acceso a respuestas y recursos de manera automatizada.
Además de estas opciones, existen otras herramientas útiles para docentes. Canva con IA permite generar imágenes, infografías y presentaciones de manera intuitiva y atractiva, agilizando la creación de materiales visuales sin necesidad de conocimientos avanzados en diseño. Notion es excelente para la organización de tareas, planificación de clases y seguimiento del progreso de los alumnos, permitiendo crear bases de datos, calendarios y listas de tareas personalizadas. Trello resulta ideal para gestionar proyectos y coordinar actividades en el aula gracias a su sistema de tableros y tarjetas que ayuda a organizar el trabajo de manera visual y colaborativa. Por último, Myscript Nebo es una aplicación que convierte notas manuscritas en texto digital, facilitando la toma de apuntes y la organización de información de manera eficiente.
Si todavía no te animás a incorporar la inteligencia artificial en tu práctica docente, podés empezar con pequeñas pruebas. Por ejemplo, usá ChatGPT para generar ideas para una actividad o armar un esquema de clase. También podés probar herramientas como Canva con IA para diseñar un material visual sin necesidad de conocimientos avanzados en diseño. Lo importante es arrancar con una herramienta que te resulte útil y amigable, e ir explorando nuevas opciones de a poco, según tus necesidades y las de tus estudiantes.
Estos nuevos recursos, no solo se multiplican constantemente sino que llegaron para quedarse, sino que amplía sus posibilidades. Son herramientas que podemos aprovechar para facilitar la enseñanza y el aprendizaje, permitiendo enfoques más dinámicos y adaptativos. La clave está en conocerlas, experimentar con ellas y utilizarlas de manera estratégica para potenciar la educación del siglo XXI.
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