Los simulacros del Sistema de Naciones Unidas para alumnos de escuelas secundarias o universidades son actividades que ofrecen una plataforma excepcional para el aprendizaje experiencial, el proceso de aprender a través de experiencia, o "aprender a través de la reflexión sobre el hacer".
En estos eventos, que pueden llevarse a cabo tanto en inglés como en español, los estudiantes asumen el rol de delegados de diferentes países y debaten temas relevantes de la agenda mundial, imitando el formato y las dinámicas de la ONU. Esta práctica no solo les permite desarrollar habilidades fundamentales como la investigación, el pensamiento crítico y la oratoria, sino que también les da la oportunidad de vivir en primera persona los desafíos que enfrentan los líderes mundiales.
Uno de los pilares fundamentales del simulacro es el debate respetuoso y bien informado. Los estudiantes deben investigar exhaustivamente sobre el país que representan, conocer su historia, geografía, situación política, costumbres y valores. A partir de esta información, deben sintetizar y emitir opiniones fundamentadas que respondan a las problemáticas globales planteadas en el simulacro. El debate, en este contexto, se convierte en una herramienta clave para defender las posturas del país asignado, pero siempre desde el respeto por las opiniones de los demás delegados. Esta práctica fomenta en los alumnos una capacidad invaluable para escuchar activamente, argumentar con solidez y ser flexibles cuando es necesario.
El simulacro del Sistema de Naciones Unidas no solo es una experiencia de debate, sino también una oportunidad para poner en práctica habilidades de investigación rigurosa. Los estudiantes deben sumergirse en una investigación exhaustiva que les permita comprender no solo los hechos concretos, sino también las relaciones diplomáticas, las posturas internacionales y los aspectos socioculturales de los países que representan. Este proceso estimula el desarrollo del pensamiento crítico, ya que los estudiantes deben analizar múltiples fuentes, contrastar información y elaborar argumentos coherentes. Al hacerlo, aprenden a abordar problemas complejos desde diversas perspectivas, una habilidad esencial en el mundo contemporáneo.
Uno de los aspectos más enriquecedores de los simulacros del Sistema de Naciones Unidas es la colaboración constante entre alumnos y docentes. Mientras que los estudiantes trabajan en equipo para representar a su país en los debates, los docentes también tienen un rol fundamental al coordinar y orientar el proceso. Esta colaboración representa un desafío y, a la vez, una gran oportunidad para ofrecer a los alumnos un contexto más abarcativo sobre el país que deben representar.
Los profesores de diversas áreas —historia, geografía, ciencias políticas, e incluso lengua— suman su experiencia y conocimientos para acompañar a los alumnos, asegurando que comprendan no solo los datos y posturas políticas del país, sino también su cultura, economía, etnias, religiones y costumbres. Este enfoque interdisciplinario enriquece el aprendizaje, proporcionando una comprensión más integral y profunda de la nación que están representando. A su vez, el trabajo en equipo entre los docentes refuerza la cohesión del proyecto educativo y permite ofrecer una experiencia de aprendizaje más dinámica y completa.
Lo enriquecedor de estos simulacros es que integran contenidos de múltiples disciplinas de manera transversal. Historia, geografía, posicionamiento político y socioeconómico, desarrollo tecnológico, tradiciones y creencias de los países representados son solo algunos de los temas que se abordan en profundidad. Esta experiencia permite a los estudiantes conectar diversas áreas del conocimiento y aplicarlas a problemas globales, desarrollando una comprensión más amplia del mundo que los rodea.
Además, los alumnos tienen la oportunidad de perfeccionar habilidades esenciales para su futuro, como la escucha atenta, la cooperación, la confianza, y la independencia. Todo esto mientras se enfrentan a la resolución de conflictos, frustraciones, y situaciones complejas propias de las etapas evolutivas que están transitando durante su escolaridad.
Los simulacros del Sistema de Naciones Unidas son mucho más que un ejercicio académico. Se trata de una experiencia que desafía a los estudiantes a pensar más allá de los libros de texto, a asumir responsabilidades y a trabajar tanto individualmente como en equipo. Estos simulacros brindan una oportunidad invaluable para que los jóvenes adquieran una visión más crítica y comprometida con el mundo que los rodea, mientras desarrollan competencias que les serán útiles en todas las etapas de su vida.
En otras oportunidades, ya hemos abordado la importancia de educar en emociones y recursos en nuestro espacio de Teachers Corner , y estos simulacros son una forma más de acompañar a los alumnos en su crecimiento emocional, intelectual y social, ayudándolos a prepararse para los desafíos que enfrentarán en el futuro.
¿Cómo acceder a los simulacros? Toda la info disponible aquí.