Los maestros o profesores que recién se inician, enfrentan dificultades al planificar debido a la percepción de complejidad en el proceso. La acción de planificar puede resultar abrumadora al intentar completar múltiples componentes abstractos en una grilla, confundiendo objetivos con actividades y mezclando conceptos y niveles de planificación.Para Myrian Casamassima, autora de Planning as Narrative y de The Planning Fractal, "la principal dificultad es que la acción de planificar se les presenta (a las docentes) como algo complejo, donde hay muchos componentes, un tanto abstractos, que completar en una grilla".
Y es que, a veces, "no pueden diferenciar con claridad un componente de otro. Por ejemplo, confunden un objetivo con una actividad. Otras veces, no pueden decidir qué escribir en alguna columna de la grilla y, entonces, la completan con duda, mezclando conceptos y hasta niveles de planificación."
Para la especialista "estas cuestiones son, en mi opinión, el resultado de focalizar en las grillas de distintos formatos y en miradas tradicionales de cómo debe llevarse a cabo la planificación, tanto en el proceso de formación docente como en el proceso de inicio de los profesores y las profesoras en escuelas e institutos que están atravesados por esas mismas conceptualizaciones".
La concepción cubista de la planificación
La concepción cubista de la planificación propone un cambio en la perspectiva desde la que se observa el proceso, similar al cambio en el arte que esta corriente promovió. Alejándose de las grillas tradicionales, esta perspectiva busca abordar la planificación de manera más amigable, cuestionando las perspectivas convencionales y utilizando analogías de áreas como la narrativa y la geometría.
Según Casamassima " el cubismo ha planteado en el arte la necesidad de adoptar un cambio en la perspectiva desde la cual se observa un objeto, de tal modo que este pueda ser captado en su totalidad. Cuando decidí proponer, a través de mis libros, que esa misma concepción se aplicara a la planificación en sus distintos niveles, tenía en mente intentar aportar ideas que se apartaran de las grillas y del camino tradicional de pensar la planificación hacia una forma más amigable de abordar el proceso, cuestionando en cierto modo las perspectivas que nos han formado. Al adoptar una posición diferente respecto de la planificación, he podido ir a áreas tan dispares como la narrativa y la geometría para elaborar analogías que acerquen la planificación a los y las docentes en su totalidad, y no solo a quienes están en formación".
Consejos para una planificación completa y flexible
La especialista recomienda "en primer lugar, les diría que planificar es un acto mental y que, para ordenar el pensamiento, es preciso tener una estrategia. Es esa estrategia la que facilita el proceso y ahorra tiempo. En mis libros, trabajo con analogías para explicar cuáles son esas estrategias de pensamiento. En segundo lugar, les diría que es preciso comprender los distintos niveles de planificación y cómo trabajan en conjunto como si fueran un hipertexto. Es decir, cuando tomo una decisión a nivel planificación anual, estoy ya decidiendo unidad y clase. Sin embargo, como se nos presentan las cosas a diario, y como se nos exigen, tendemos a pensar en fragmentos o en completar para entregar la planificación, sin que ello nos redunde en un beneficio para evitar más trabajo posterior".
Articulación entre planificación y evaluación
"Para mi propuesta de planificación, me nutro de la narrativa de Bruner y propongo, a partir de ello, que planificar es contar una historia", nos cuenta Casamassima; y agrega que " cuando planificamos, elaboramos narrativas que tienen distintos momentos en los cuales es posible tomar diferentes rutas. En mis libros, hay muchos ejemplos de cómo se pueden concebir estos caminos. Es en esas pequeñas narrativas donde se genera la flexibilidad".
Por otra parte, "la evaluación auténtica es un concepto que tiene ya algunos años. Sin embargo, es todavía infrecuente en muchas aulas. Planificar con narrativas genera por sí solo instancias susceptibles de ser evaluadas auténticamente y que aportan a la evaluación continua de los procesos. Puede haber, por supuesto, otro tipo de instancias de evaluación, de corte más cuantitativo, perfectamente incluidas en el proceso total. Lo fundamental es la planificación estratégica de un aprendizaje constructivista, donde pondremos en diálogo distintas herramientas de evaluación e incluso la preparación para exámenes específicos si ello fuese parte de la propuesta educativa."